Hombre vestido de pantalón de alta barba, con algo de barriga, una voz gruesa, de manos ásperas y con un delantal en la cocina. Alto! algo anda mal, dirían muchos. Sí, es el delantal que cuelga sobre su hombre, que usa de protección al momento de lavar los trastes o hacer el gallopinto para la cena. El género cambia y el hombre que no entraba a la cocina ha quedado muy atrás como el hi5.
A pesar que yo no soy físicamente como ese hombre, si estamos empezando a construir un género masculino basado en una relación homosexual que no tenga como centro al hombre machistas si no a un hombre colaborativo y que vive su día a día libre de ataduras sociales. La construcción social de un hombre y una mujer hoy demanda que ambos contribuyan en partes iguales a la sociedad.
Soy una amo de casa que lava trastes, hace la cena, va de compras al mercado, limpia la casa, mira tv, navega en internet, vive en las redes sociales, trabaja en una multinacional, tiene 24 años y es activista 2.0 de la Diversidad. Al final, soy como quiero ser, por nadie vive mi vida más que yo mismo.
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