Siempre he pensado en
casarme...bueno he pensado en lo bonito que sería una boda con mi novio, los
dos vestido de blanco, llegando juntos para reafirmar el compromiso de vida que
hemos adquirido ambos...De pronto me doy cuenta que para hacer mi sueño realidad
en pleno Siglo XXI debería migrar y hacerme residente en España, Mexico
Distrito Federal, Argentina o algunas ciudades de Brasil.
El fenómeno de la migración en los gays no responde a un deseo de mejorar los niveles de ingresos económicos con un buen trabajo, según varios artículos consultados, este fenómeno responde más a un deseo de vivir libremente nuestra preferencia e identidad sexual. Es lógico que los gays busquemos ser felices en otros países, principalmente España, donde se ofrecen las condiciones mínimas para serlo.
La felicidad para los gays es mucho más importante que el dinero, la felicidades significa para los gays dejar el país por el sueño rosa de salir a la calle agarrado de la mano con tu novio, de ir al bar y poderte besar cuando te regalo la tarjeta de tres meses, de poder vivir en pareja construyendo un presente.
Es posible que la migración no dañe tanto el núcleo familiar, pues en muchas ocasiones los padres prefieren no ver a un hijo gay a lidiar con su realidad. Y en muchos casos, los gays que migran son quienes están en situaciones extremas de homofobia y en menos cantidades, los que se van perdidamente enamorados sin saber que van a comer al día siguiente.
Yo no quiero migrar, es por eso que trabajo día con día para cambiar uno a uno a cada persona que me topo. Así, de esa forma puedo contribuir a cultura más abierta, donde los gays no seamos objetos de críticas si no sujetos de ignorancia como cualquier otro miembro de sociedad.
El fenómeno de la migración en los gays no responde a un deseo de mejorar los niveles de ingresos económicos con un buen trabajo, según varios artículos consultados, este fenómeno responde más a un deseo de vivir libremente nuestra preferencia e identidad sexual. Es lógico que los gays busquemos ser felices en otros países, principalmente España, donde se ofrecen las condiciones mínimas para serlo.
La felicidad para los gays es mucho más importante que el dinero, la felicidades significa para los gays dejar el país por el sueño rosa de salir a la calle agarrado de la mano con tu novio, de ir al bar y poderte besar cuando te regalo la tarjeta de tres meses, de poder vivir en pareja construyendo un presente.
Es posible que la migración no dañe tanto el núcleo familiar, pues en muchas ocasiones los padres prefieren no ver a un hijo gay a lidiar con su realidad. Y en muchos casos, los gays que migran son quienes están en situaciones extremas de homofobia y en menos cantidades, los que se van perdidamente enamorados sin saber que van a comer al día siguiente.
Yo no quiero migrar, es por eso que trabajo día con día para cambiar uno a uno a cada persona que me topo. Así, de esa forma puedo contribuir a cultura más abierta, donde los gays no seamos objetos de críticas si no sujetos de ignorancia como cualquier otro miembro de sociedad.
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