Yo también fui víctima de acoso escolar


Septiembre fue testigo de la muerte del adolescente de 14 años, Jamey Rodemeyer, quien fue víctima de acoso luego de declara su homosexualidad a sus compañeros de escuela. El suicido en los gays se ha vuelto muy común, tan común como el aceptar públicamente la homosexualidad y tan común como ver expresiones más fuertes de homofobía.

En Nicaragua las víctimas del suicidio por acoso son invisibles. No existe un acceso tan amplio a Internet o los maestros de las escuelas no están capacitados para conocer las razones o el historial de jóvenes que se suicidan. Sin embargo, como estamos en un país tan pequeño donde cada muerto es noticia la muerte por suicidio sería una más, pero pocas veces leemos este tipo de información. Quizás los niveles de acoso por homosexualidad no lleguen a tanto como para llevar a los jóvenes al suicidio. Quizás el no tener acceso total al Internet no permite difundir imágenes ofensivas de alguien. Quizás los valores de lo que habla la Iglesia Católica sirvan de algo.

A pesar de todo, el acoso por ser homosexual en las escuelas o  bullying como es llamado también, existe y es una realidad que no debemos obviar y que debemos tomar en cuenta a la hora de estar cerca de un adolescente gay. Yo descrubí que era gay desde los doce o trece años, obviamente no aceptada mi preferencia sexual por miedo a ser diferente y a no ser aceptado entre la sociedad. A esta edad yo, y creo que muchos más, somos víctimas de “bromas” por parte de los compañeros de secundaria. En particular, recuerdo que a mí siempre se me “perdían” mis lápices, o se reían de mi en Educación Física y, quizás el peor capitulo de acoso del que fui víctima, fue en tercer año cuando las bromas pasaron al plano físico y un grupo de “compañeros de clase” me agarraron de pies y manos y no me querían soltar. Desde ese día dije que no pasaría de nuevo y me posición dentro del colegio empezó a ser diferente hasta que un día llegue a hablar de frente a todos los estudiantes en quinto año, siendo miembro del Gobierno Estudiantil.

Yo también fue víctima de acoso, viví los peores días de mi adolescencia, pero también me di cuenta de lo lindo que es despertar al día siguiente con nuevos proyectos. Hoy lee esas páginas de mi diario donde están relatados esos días y doy gracias a Dios porque fueron pruebas para lograr ser hoy el hombre que soy. Orgullosamente gay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario